sábado, 19 de junio de 2010

Las Fusiones de Cajas.Conversión en Bancos



El Banco de España no es el hacedor de la nueva Ley de Cajas. Formalmente. Aunque todo el mundo sabe que la palabra de MAFO en este tema va a misa. O así. Aún así, el subgobernador Javier Aríztegui, insiste en lanzar la pelota al tejado del parlamento y lavarse la cara. Aún así, apunta a que los nuevos cambios en la LORCA caminan por la vía de la “opcionalidad”. Tres serian las grandes vías. La primera, la de las cajas que se aproximarían al modelo bancario. En segundo lugar, las cajas que podrían emitir cuotas participadas con derechos políticos para responder a los requerimientos de capital. En tercer lugar, aquellas cajas con vocación localista que no quieran hacer nada. O sea, Caixa Pollensa, por ejemplo. En todo caso, el principio es que “deben estar plenamente sometidas a la disciplina de mercado”, concluye Aríztegui.

¿Significa eso que perderían su naturaleza jurídica? Aríztegui no sabe donde meterse y se refugia en eso tan socorrido de que ni la ley ni el debate parlamentario es responsabilidad del Banco de España. ¡No poco! Lo que sí deja claro es que el camino debe ser “abierto en abanico”. Tan abierto que Aríztegui sigue sin “tener criterio” sobre qué porcentaje del capital debería ir a cuotas participadas.(18-6:H


El Banco de España apoya la privatización de las cajas para que se conviertan en bancos

El Banco de España ha decidido abrir por fin la vía para que las cajas de ahorros puedan privatizarse y convertirse en bancos, según ha confirmado este viernes el subgobernador Javier Aríztegui. Esta posibilidad se incluirá en la reforma de la LORCA que están negociando los dos principales partidos y se ha admitido a petición del propio sector, que ha elaborado una propuesta para dicha reforma.

"El Banco de España es partidario de que se abra un abanico de opciones para que cada entidad pueda elegir la suya: o bien un modelo próximo al de los bancos, o bien la emisión de cuotas participativas con derechos políticos, o bien mantener el modelo clásico de las cajas de ahorros", ha explicado Aríztegui.

Pero ha añadido que, sea cual sea la opción elegida, "las cajas deben estar plenamente sometidas a la disciplina de mercado", lo cual supone un cambio radical para el conjunto del sector.

La primera de estas posibilidades supone abrir el camino para una privatización de facto de las cajas de ahorros al estilo de la realizada en Italia hace unos años. La reforma italiana (la llamada Ley Amato) consistió en una conversión de las cajas de ahorros en sociedades anónimas normales, en la que las fundaciones de las mismas se convirtieron en accionistas y pasaron a financiar la obra social con los dividendos pagados por la nueva sociedad.

El sector pide la privatización

Este miércoles, el presidente de Bancaja y vicepresidente de la fusión con Caja Madrid, José Luis Olivas, argumentó que que “la desconfianza es tan grande que ya no caben romanticismos sino que es la hora de soluciones pragmáticas que nos exigen los mercados”. “Hace unos meses plantearse una reforma de las cajas al estilo de la Ley Ammato parecía imposible, pero hoy debemos hacerlo”, solicitó.

Será difícil que las cuotas con derechos políticos sean la solución. Habrá que ir a soluciones mucho más imaginativas y acordes con las mayores exigencias de los mercados en estos momentos”, añadió. Rodrigo Rato, presidente de la entidad fusionada, explicó que "de lo que se trata es de que las cajas no se vean discriminadas por la nueva regulación de Basilea para poder acceder al capital y que cada entidad pueda optar por la solución más conveniente, porque no todas son iguales”.

Este fue el mismo razonamiento de Aríztegui, que justificó la postura del Banco de España porque "las cajas deben poder disponer de instrumentos que faciliten su capitalización". Y, según dijo, la CECA ha asumido la demanda de Caja Madrid-Bancaja en su propuesta para la reforma de la LORCA que debe empezar a tramitarse en los próximos meses. Eso sí, dijo que es demasiado pronto para definir los detalles de la reforma, como el porcentaje de capital que tendrían las fundaciones de las cajas en una privatización.(C.19-7