El volumen de depósitos decidirá el peso de cada Ayuntamiento
La Xunta de Galicia pone como ejemplo la fusión entre Caja España y Caja Duero
Caixa Galicia exige paridad, y Caixanova la presidencia, dirección general y sede
Deberían aprender de las lecciones que da la experiencia. Y tomar nota, por ejemplo, de lo que dijo ayer el director general de Ibercaja, José Luis Aguirre, en el XVII Encuentro del Sector Financiero, organizado por Deloitte, ABC y Sociedad de Tasación: "El éxito a largo plazo de las fusiones dependerá de que en cada proceso haya una entidad dominante con un modelo de éxito y una cultura fuerte, que se imponga a las demás con rapidez". Pero una fusión tan compleja como la que promueve la Xunta de Galicia entre Caixa Galicia y Caixanova no parece ir por buen camino cuando Alfonso Rueda, el conselleiro de Presidencia del Gobierno autonómico que preside Alberto Núñez Feijóo, habla de que el proceso de fusión iniciado entre Caja Duero y Caja España supone "un buen ejemplo" para las cajas gallegas.
"Tras las negociaciones, que seguro no fueron fáciles, al final llegaron a un objetivo deseable, que es la fusión, y es lo mismo que deseamos en Galicia", argumenta Rueda, olvidando que fueron las amenazas de intervención del Banco de España y las presiones de la Junta de Castilla y León las que forzaron un acuerdo en el último momento. Y obviando que en esa fusión, Caja España conserva el nombre, pero es el equipo de Caja Duero quien ejerce de entidad dominante en el nuevo grupo. Tampoco tiene en cuenta que esa operación, que nació de la iniciativa del Gobierno de Castilla León para integrar a todas las cajas de la autonomía, muestra todos los problemas que genera unir dos entidades ferozmente competidoras entre sí y con mucha rivalidad entre ciudades (Salamanca y León, como A Coruña y Vigo).
Después de la primera ronda negociadora en terreno neutral, Santiago, entre los dos equipos (Javier García de Paredes, Enrique Tellado y Ramón Seoane, por parte de Caixa Galicia; y José Luis Pego, Óscar Rodríguez Estrada y Domingo González Mera, por Caixanova), las posturas están muy alejadas. La entidad de A Coruña plantea una nueva caja, sin absorción de una por la otra, y una fórmula paritaria y equilibrada, al 50%. las de Vigo reclama la sede, la presidencia única (nada de copresidencia, como mucho la vicepresidencia para Caixa Galicia), la dirección general (se acepta un director general adjunto de la otra parte), y considerable negociable el reparto de las sedes operativas con A Coruña y el poder sobre las participaciones industriales. En el XVII Encuentro del Sector Financiero, el presidente de Caixanova, Julio Fernández Gayoso, dejó muy claro que "no se pone sobre la mesa" una fusión paritaria.
En lo único que hay acuerdo entre los negociadores de las dos cajas es en concentrar las negociaciones en dos comisiones para facilitar un trabajo que debe estar terminado en "dos o tres semanas", como máximo. La primera, para los aspectos técnicos: la cifra de dinero que habrá que pedir al Frob, y medios para reducir esa cantidad (cierre de oficinas, venta de éstas y de participaciones industriales y financieras). La segunda, para los jurídicos y políticos: el protocolo de fusión y creación de la futura caja única de ahorros en Galicia que, en caso de alcanzarse un acuerdo, se llevaría a los respectivos consejos de administración y luego al Banco de España y a la Xunta de Galicia.
La situación es tal que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, trata de retorcer el significado del término paridad y argumenta que, si finalmente se cierra un acuerdo y se materializa una fusión entre las dos cajas gallegas, dará lugar a una nueva entidad "equilibrada y paritaria" puesto que la representación de los ayuntamientos se elegirá "en función de los depósitos". Es importante la reaparición de los términos "equilibrada" y "paritaria" que formaban parte del discurso original del presidente de la Xunta, y que se abandonaron tras el recurso del Gobierno central ante el Tribunal Constitucional por la Ley autonómica de cajas y para que Caixanova aceptara sentarse a negociar una fusión con su principal rival. Entonces, los adjetivos eran "viable" y "posible". Ahora Núñez Feijóo vuelve a hablar de equilibrio y de paridad, pero con otro significado: "En la nueva gran caja gallega, el número de consejeros irá en función de los depósitos y los 315 ayuntamientos tendrán capacidad de nombrar miembros de la asamblea en función de los depósitos de los impositores".
Y además con un matiz: el equilibrio y la paridad no son un objetivo desde el principio de la fusión de las cajas gallegas. El presidente de la Xunta subraya que cuenta con el "compromiso" de los responsables de las dos cajas para que "más tarde o más temprano, de forma inmediata, desde el primer minuto o en el minuto 40", la fusión será "equilibrada y paritaria". Lo sorprendente es que ese equilibrio y esa paridad se basen en que porque los órganos de representación en la nueva caja se configuran "en función de los depósitos" de cada ayuntamiento. Si eso, dentro de lo complejo que es todo, resulta precisamente lo más sencillo. Es mucho más complicado repartir el poder de verdad: la presidencia, el director general, la primera línea ejecutiva, el consejo de administración, la Comisión de Control, la Obra Social.
Si el presidente de la Xunta vuelve al discurso del equilibrio y de la paridad para que no haya nuevos pulsos entre Vigo y A Coruña, no parece haberlo conseguido. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, junto a Fernández Gayoso el principal opositor a una fusión de Caixanova con Caixa Galicia, replica: "Que nadie intente engañar y cambiar los escenarios, porque a veces escucho hablar de fusiones igualitarias y se está hablando de absorción". Según el alcalde socialista, la primera reunión entre los equipos negociadores sirvió para "poner números, datos y fechas a la posibilidad de absorción de Caixa Galicia por Caixanova".(CM)
2 comentarios:
... a ver si el Gayoso con el apoyo del PSOE (partido que nunca trajo ningún beneficio a España) no acaba haciendo que se vaya todo al garete.
Por qué Caixa Galicia, dado su mayor tamaño, volúmen de negocio, red de oficinas y número de empleados, está empeñada en hacer una fusión paritaria rebajando su participación hasta el 50%?
Alguien me lo podría explicar? A cuento de qué la caja de Coruña hace esa concesión?
Será que no es oro todo lo que reluce? Y si esto fuera así, quieren seguir participando de la gestión de la nueva caja, de darse la fusión gallega, olvidándose de la situación en la que ya están?
Como diría Gila, "me huele que aquí alguien ha matado a alguien..."
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