El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, advirtió hoy de que el sistema bancario español integrado por bancos y cajas tendrá pérdidas el año que viene en su conjunto.En un curso en la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo (UIMP), Quintás explicó que en 2009 el sistema seguirá registrando beneficios,
pero resaltó que 2010 se presenta como un ejercicio "incómodo", mientras que "la angostura del paso" se suavizará en 2011 y la capacidad para generar beneficios se recuperará en 2012."El sistema bancario entendido como conjunto de bancos y cajas es uno de los mas solventes del mundo,
pero los tiempos difíciles que se presentan van a erosionar la situación", dijo el presidente de la patronal de las cajas, que prevé una tasa de morosidad del sistema bancario del 6,7% este año y del 8,8% en 2010.El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, consideró hoy "razonable" que las entidades financieras que van a ser solventes en los próximos dos o tres años, en lugar de sufrir una intervención, reciban ayudas que luego el Estado pueda recobrar. Además, Quintás se ha mostrado a favor de que el Estado entre en las entidades a las que ayude mediante cuotas participativas con derechos políticos el tiempo que dure dicha ayuda, porque "sería una garantía de buen control del uso de los fondos públicos".
Según los datos de una consultora internacional cuya, identidad no quiso desvelar Quintás a la espera de que ésta publique sus datos, la tasa de morosidad del sistema bancario se elevará al 6,7% este año y al 8,8% en 2010, y volverá al 6% en 2011, aunque estas tasas de impago podrían ser "incluso peores", puntualizó
. Al ser preguntado sobre si las pérdidas del sector bancario procederán sobre todo de las cajas de ahorros, teniendo en cuenta que la Asociación Española de Banca (AEB) no prevé la entrada en 'números rojos', Quintás recordó que la patronal que preside Miguel Martín descartó que hubiera crisis en 2007 y confiaba en la plena expansión para 2008, escenarios que no se han materializado.
El presidente de la CECA advirtió que desde hace más de un año las cajas padecen un "intento de desmoronamiento" de su imagen y, aunque eludió responsabilizar directamente a los bancos y dijo confiar en la actitud honesta de la patronal bancaria, recordó que el crédito al sector constructor presenta un mayor peso en los bancos que en las cajas.
Un EDITORIAL:
Cajas en el punto de miraTodo parece indicar que el Banco de España podrá imponer fusiones entre cajas de ahorros, por mucho que se opongan las comunidades autónomas. De las palabras de la ministra de Economía, Elena Salgado, se desprende que si el supervisor interviene se suspenderá el derecho de veto de las autonomías. Al menos según la versión oficial de la Xunta, el asunto no fue objeto de la reunión entre el presidente Rodríguez Zapatero y el jefe del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, por lo que podría suponerse que la cosa no va con Galicia, aunque en estos casos siempre conviene estar prevenidos.
Las cajas de ahorros representan algo más de la mitad del sistema financiero español, objetivo que han alcanzado de la mano de la democracia, ya que fue a partir de los años 73-74 y, especialmente, 1977, cuando se inició un proceso de reforma y liberalización de la banca que dio paso a la equiparación funcional de las cajas con los bancos. Por lo tanto, habrán tenido sus problemas, algunas se habrán politizado en el mal sentido de la palabra, pero en su conjunto no han conseguido un mal resultado, en términos de cuota de mercado, al tiempo que han contribuido al desarrollo social y cultural de España; desde luego, mucho más que los bancos, que en el mejor de los casos beneficiaron a sus accionistas.
Conviene no perder de vista ciertas cosas porque estos días se está hablando con tal frivolidad de las cajas de ahorros que parecen poco menos que un pim-pam-púm, para mayor gloria de la banca privada. Si algunos quieren cargarse las cajas pueden estar en su derecho, pero todos debemos saber que la crisis pasará en algún momento y que si nos llevamos por delante las cajas, cuando vuelvan las vacas gordas toda la leche será para los accionistas de los bancos privados. No nos olvidemos, en ese sentido, de que las cajas crean mucho empleo directo e indirecto, y de que lo hacen básicamente en sus comunidades y ciudades de origen, donde a la vez repercuten los beneficios de su gigantesca obra social.
Una cosa es apartar de las cajas a quienes han metido la mano o la pata y otra muy distinta es hacerlas desaparecer. Las fusiones pueden ser necesarias en algunos casos, pero un Estado de las autonomías fuerte debería ser capaz de mantener al menos una caja de ahorros por comunidad. Aquellos que están dibujando desde Madrid un mapa de cajas a tres años vista con solo 12 entidades, frente a las 45 actuales, atentan de frente contra la economía de muchas ciudades de España y amenazan con hacer un Estado más desigual, del que, a la larga, saldrán fortalecidos los dos o tres de siempre. Galicia, por si acaso, debería estar atenta.
Ahora que el sector financiero aguarda la llegada del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) –menudos palabros que utiliza la nueva ministra de Economía para hablar del fondo de rescate–, es un buen momento para debatir sobre el fondo de la cuestión, más allá de sacarle brillo al último ratio en el que las cajas patinan. ¿O acaso no lo hacen ciertos bancos, que ya ni sede tienen en propiedad pero que siguen en el mercado? ¿Por qué no empezamos por aflorar la magnitud del agujero de las entidades financieras españolas, de modo que vuelva el crédito al mercado, en vez de cargarnos buena parte de la mitad del sistema financiero? Hoy por hoy no hay tanto un problema de liquidez, como de solvencia, debido a la desconfianza que hay entre unas entidades y otras.(José Luis Gómez:Xornal.com)