viernes, 12 de marzo de 2010

La fusión de las cajas gallegas pierde el apoyo del PP nacional

Eduardo Segovia - 11/03/2010 19:36h

El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, se ha quedado sin el último apoyo que le quedaba para su proyecto de fusión de las dos cajas gallegas: el de su propio partido. Según confirman varios dirigentes del PP, Génova ha decidido no apoyar fusiones de cajas que obedecen principalmente a motivos políticos, aunque sean de comunidades donde gobierna el partido, en aras de buscar una solución global a la reestructuración del sistema financiero español. Lo cual deja la fusión Caixa Galicia-Caixanova en vía muerta.

"No es momento de defender el terruño, sino de tener altura de miras y de buscar una solución a nivel nacional para el problema de las cajas. Hay que buscar fusiones con lógica económica y que sirvan para que el crédito vuelva a fluir, no uniones que se basen en criterios territoriales y que no resuelvan los problemas de las entidades", asegura uno de los cargos consultados. Las fuentes aseguran que Mariano Rajoy ha asumido esta tesis, a pesar de que el perdedor sea su paisano Núñez Feijóo. No obstante, un portavoz del PP matizó a El Confidencial que no hay ningún enfrentamiento entre la dirección nacional y el presidente de la Xunta de Galicia.

Recientemente, Cristóbal Montoro, portavoz económico popular, se mostró partidario de utilizar “la vía dura del FROB”, es decir, la intervención de entidades por parte del Banco de España, en vez de ayudar a las fusiones. A su juicio, es muy dudoso que las operaciones de fusión de cajas financiadas con este fondo sean viables, e incluso a corto plazo, por las limitaciones que ha impuesto Bruselas y por el alto coste de las ayudas. “¿A quién le sale la cuenta?”, se preguntó.

Asimismo, el documento elaborado por el PP en la negociación del pacto de Estado contra la crisis contenía una propuesta para modificar la Lorca (la ley de cajas) "para facilitar fusiones entre cajas de diferentes comunidades autónomas". Y abogaba además por eliminar el "veto autonómico" para las operaciones de fusión que requieran dinero público.

Cambio de actitud de Rajoy

Esta actitud supone un giro radical respecto a unas declaraciones que hizo Rajoy el 31 de enero en las que dio su apoyo explícito a la fusión de las dos cajas gallegas impulsada por la Xunta. Según las fuentes consultadas, el presidente del PP ha comprendido que es necesario adoptar una visión más amplia del problema del sector financiero y facilitar las fusiones interregionales aunque los barones autonómicos del partido pierdan poder en los órganos de gobierno de las cajas.

"El problema está en los barones del PSOE, que no quieren renunciar al control de 'sus' cajas y ni el Gobierno ni el Banco de España son capaces de meterlos en cintura", afirma un alto cargo popular. Según esta fuente, el inmovilismo del Ejecutivo es el que ha llevado al PP a plantear la modificación de la Lorca para dinamizar las fusiones y desbloquear el estancamiento actual del proceso de integración de las cajas.

Tampoco hay que perder de vista que existe un proyecto de fusión interregional de tres cajas controladas por el PP, Caja Madrid, CAM y la propia Caixa Galicia, que daría al partido un poder mucho mayor en el sector financiero que la unión de las dos cajas gallegas. Esta operación le vendría muy bien a la entidad madrileña, presidida a la sazón por el ex vicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato.

Feijóo tendrá que resignarse

La falta de apoyo de Génova explicaría por qué Feijóo no ha cumplido su amenaza de recurrir el FROB ante el Tribunal Constitucional después de que el Gobierno central suspendiera sine die las negociaciones con la Xunta para buscar un acuerdo que permitiera desbloquear la Ley de cajas gallega. El Ejecutivo ha recurrido esta norma ante el alto tribunal y ha conseguido la suspensión cautelar de la misma. Sin la nueva ley en vigor, no se pueden renovar los órganos de gobierno de Caixanova (controlada por el Ayuntamiento socialista de Vigo) y Feijóo no cuenta con una mayoría suficiente para aprobar la unión con Caixa Galicia.

El respaldo de su partido era prácticamente el único que le quedaba a Feijóo en su batalla por fusionar las dos cajas gallegas. En contra tiene al PSOE de Galicia, la propia Caixanova, el Gobierno central y el Banco de España. A su favor cuenta con el Bloque Nacionalista Galego, los sindicatos y otras fuerzas sociales de la región, aunque no parecen apoyos suficientes para sacar la fusión adelante.

"Feijóo tendrá que resignarse a que la fusión no se haga, y ahora lo que tendrá que hacer es tratar de salvar la cara de la mejor manera posible", opina una fuente conocedora del proceso. ¿Cómo? "Seguramente intentará aparecer como víctima, decir que él ha hecho todo lo posible para que Galicia no pierda sus cajas de ahorros pero que no le han dejado y que más no puede hacer", añade.


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Empleados de Caixa Galicia amenazan con encerrarse si no les informan sobre la fusión

MANOLO RODRÍGUEZ | A CORUÑA Más de 250 trabajadores de Caixa Galicia de A Coruña y Ferrol, convocados por la CIG, abarrotaron ayer la sede del Instituto Tecnológico Empresarial de Ronda de Nelle. El objetivo de la asamblea era informarse sobre las consecuencias de la posible fusión con Caixanova y cómo afectaría a sus puestos de trabajo. El local, con un aforo de menos de 200 personas, se quedó pequeño para acoger a los empleados de la entidad y muchos tuvieron que estar las casi dos horas que duró la reunión de pie.

Como ya ocurrió en la asamblea celebrada el martes en Lugo, los trabajadores de A Coruña y Ferrol "acordaron por unanimidad", según reconoció la secretaria de la sección sindical de Caixa Galicia, Isabel Gayoso, solicitar al director general de la caja, José Luis Méndez, que les reciba y les facilite información sobre su futuro ante una posible unión con Caixanova.

Reunión

Sin embargo, la representante del sindicato nacionalista en A Coruña fue un poco más allá y aseguró que presionarán a la dirección "lo que haga falta" para que sean recibidos. Es más, Gayoso amenazó con medidas más contundentes. "Estamos dispuestos a encerrarnos en la sede central (Rúa Nueva)", advirtió. "Nos tienen que recibir", insistió. El sindicato ya solicitó una reunión con la dirección general hace nueve meses, aunque aún no se ha producido.

En sus intervenciones, los trabajadores mostraron su preocupación por su futuro y por la posibilidad de que Caixa Galicia se una a Caja Madrid mediante un SIP. "Esto supondría que los servicios centrales de A Coruña desaparecerían", explicó Gayoso, quien también apuntó que la posible pérdida de puestos de trabajo no sólo afectaría a los empleados de la caja sino a los proveedores, limpieza, etc. "La gente tiene miedo", resume el sentir de sus compañeros la delegada sindical.

La unión de las dos cajas gallegas provocaría el cierre de 280 oficinas y la pérdida de 1.296 empleos, que se ejecutarían entre 2010 y 2012 y se cubrirían en un 92% con prejubilaciones y el resto (algo más de 100 puestos) con bajas incentivadas en la red en expansión, en oficinas fuera de Galicia, según la auditoría realizada por KPMG.

Para Gayoso, la masiva asistencia de trabajadores a la asamblea demuestra el interés que tienen los empleados por conocer su futuro. "Hubiese sido un logro reunir a 50 personas, pero que hayan ido 250 es muy relevante", apuntó la delegada de la CIG. El sindicato nacionalista es partidario de la fusión entre Caixa Galicia y Caixanova y de la Ley de Cajas tal y como fue aprobada en el Parlamento de Galicia y que en estos momentos están negociando el Ejecutivo español y el gallego. "El objetivo es que Caixa Galicia no se vaya de Galicia, porque sino ¿qué nos queda? Inditex", se quejó Isabel Gayoso.

La asamblea de trabajadores también fue informada de que el próximo 23 de marzo se realizará una concentración de trabajadores de Caixa Galicia, Caixanova y empresas auxiliares ante la sede de la subdelegación del Gobierno en A Coruña.


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